“Es la oportunidad para aprender de la propia experiencia, su naturaleza cíclica se hace a partir de la planeación, observando su desarrollo, para volver a ella en procura de contraste y rectificación. La autoevaluación se construye en un ejercicio valorativo para identificar los estados de los procesos internos, con el fin de tomar decisiones de mejoramiento cualitativo o de establecer estrategias para fortalecer aspectos débiles” (USTA, 2004, p. 15)
La autoevaluación es realizada por los programas académicos de pregrado y posgrado, así como de la institución y de acuerdo al momento de madurez que tiene busca dar cuenta de: Establecer como están los procesos del Programa, Renovación Registros Calificados, Obtención o Renovación Acreditación Programas, Obtención o renovación acreditación institucional.
El Proceso de autoevaluación tiene diez momentos o etapas que se relacionan a continuación:
Notificación, Aprehensión y alistamiento, Plan de divulgación interna, Ponderación, Revisión documentación, Preparación y aplicación instrumentos, Triangulación y análisis de los resultados, Informe autoevaluación, autorregulación y prospectiva, Avales institucionales, Divulgación Informe autoevaluación, autorregulación y prospectiva.